25 diciembre 2008

El jardinet dels Gats

Me gusta mucho de lo que escriben alli. Ya vendria bien a muchas personas sin mas objetivos en la vida que ponerse hasta el culo de drogas los fines de semana pensar en algo mas que en su proprio ombligo.
"A menudo me preguntan por qué nos dedicamos a ésto, si es nuestro trabajo, si es que no tenemos nada mejor que hacer….
Suelo responder que me dedico a esto porque quiero, porque amo la vida y la respeto, que no es mi trabajo, y que no encuentro mejor modo de invertir el tiempo que dedicándolo a quien no te pide nada y te agradece mucho tan solo con una mirada.
También suelen sorprenderse que recordemos sus nombres, sus características, sus historias… Pienso que cada uno de ellos es importante, único, especial, como todos, tiene una historia. De muchos tan solo sabemos un fragmento, de otros ni tan siquiera éso, sólo que sus compañeros los han abandonado…
Me parece tan terrible, que alguien sea capaz de hacer algo así. Lo peor es que está al orden del día. Hay gente que da mil excusas para hacerlo. Hay quien simplemente deja a su animal desprotegido en medio de quién sabe dónde, o cerrado en un transportin cerca de un lugar donde hay más gatos, con la esperanza que lo recogeremos, pero sin la certeza de que lo hagamos, lo dejan allí, mientras nadie les mira y se marchan sin mirar atrás para no ser vistos.


Lo peor, es que estas personas “son normales”, es decir, pueden ser compañeros de trabajo, vecinos, personas con las que mantenemos una relación cordial, personas de quien no te lo esperarías nunca. Y sin entender porque se deshacen de un ser vivo.
A veces me pregunto qué valores tienen este tipo de personas, cómo pueden hacer una cosa así, si tienen conciencia y si esta les da un toque de vez en cuando a lo Pepito Grillo, por el acto tan cobarde que han llevado a cabo.
Me cuesta comprender una sociedad donde el abandono de animales, está tan extendido.
Sólo en nuestra entidad, rescatamos y recogemos a diario multitud de felinos abandonados, muchos de ellos vagan por nuestras calles atemorizados de un mundo que no conocen y que les desconcierta. Si tienen la suerte de llegar a nuestras manos, puedes sentir a cada instante el agradecimiento del animal, su miedo, su desconcierto…Muchos de ellos se quedan en estado de shock, paralizados ante una nueva realidad que no son capaces de entender…Como yo, que no soy capaz de imaginar cómo se puede ser capaz de una animalada tan bestia.
Los que abandonan, imagino que no llegan ni a pensar por un momento el calvario por el que hacen pasar al animal, el compañero de juegos, con el que han compartido, tan bueno momentos….
Imaginen por un momento que se encuentran en mitad de una ciudad desconocida donde cada calle parece un laberinto donde perderse, sin comida ni agua, ni dinero, sin que nadie le mire, todo el mundo lo ignora. Y por más que mira arriba se acerca a la gente, usted es como invisible a los ojos de todos, a la compasión de aquellos que le rodean…
Pasan los días, intenta encontrar un refugio entre los coches que van y vienen, ruidos ensordecedores, colores y olores que nunca había ni visto ni oído, y la barriga empieza a hacerse notar, la sed es insoportable, no encuentra ningún referente para volver a casa, ningún lugar conocido ni persona que le alargue su mano para intentar paliar tus dolores, sus miedos …
Un coche pasa, le da un golpe, la herida empieza a sangrar…y sólo puede pensar en su compañero, en su amigo, con quien ha compartido momentos de sofá, lectura y tranquilidad, en un hogar donde el suelo es de madera, donde no faltaba la comida, ni el agua, donde tenia su camita caliente y donde la voz de su compañero se dejaba oír para decirle que le amaba.
El agotamiento le hace caer en un estado de profundo sueño, pero la agitación de alrededor, no le permite dormir, no hay lugar seguro donde refugiarse, cuando de repente la lluvia empieza a caer y la noche se hace espesa… el frío cala los huesos, la herida sigue abierta y el dolor se hace insoportable, los días sin agua ni comida, van haciendo que su cuerpo se debilite…
Han pasado ya tres semanas y sigue rondando por donde lo dejaron, esperando que quizás su compañero regrese a por él. Las horas se tornan inacabables y la desesperación es ya una constante…
Uno de los finales posibles de esta realidad, es que seguirá vagando y deambulando intentando sobrevivir en una jungla de asfalto donde poco le queda por hacer, mas que esperar que le llegue la muerte. O si tiene suerte, malvivirá hasta que ya no pueda más… Morir bajo unas ruedas, vivir siendo ignorado por los humanos que son los que le debían protección.
Sólo espero que la tarea que llevamos a cabo nos permita mostrar la realidad del sufrimiento real de un animal que es abandonado a su surte, con la única esperanza de sobrevivir. Se merecen una vida digna!"
Àlex Salvador.


Felices fiestas a todos!

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